En una profesión tan absorbente como lo es la abogacía y especialmente si trabajas en una firma de abogados, la oficina puede convertirse en tu segunda casa y en ocasiones, remplazar tu hogar; por lo que es de suma importancia traer al consciente que el trabajo, es únicamente uno de los muchos elementos que conforman tu vida.
Como jóvenes abogadas, de la misma forma en la que empleas muchas horas de tu tiempo en perfeccionar tu técnica legal y en seguir actualizándote respecto a los cambios constantes en el mercado jurídico, es indispensable contar con tiempo suficiente para realizar actividades físicas, recreativas, familiares, personales y reflexivas, que te permitan contar con una condición física y mental saludable.
Aunque lo anterior siempre ha sido de suma relevancia, pues desde la Ley Federal del Trabajo se prohíbe sustituir el otorgamiento de las vacaciones por una remuneración económica, debiendo los empleados disfrutarlas para poder desconectarse de sus actividades laborales y tener un tiempo personal para dedicarlo a actividades diversas; en los últimos años, se ha logrado reforzar la legislación que regula el respeto hacia el tiempo personal y la integridad de los trabajadores; por ejemplo, con la publicación de la “Norma Oficial Mexicana NOM-035-STPS-2018, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención”, cuyo objetivo es establecer controles a los ambientes de trabajo para cuidar de la salud no solo física, sino mental de los empleados.
Ahora bien, para lograr este balance entre la vida personal y laboral, otro de los factores indispensables, es contar con una cultura positiva de colaboración y un equipo de trabajo para poder hacer frente a las responsabilidades laborales mientras los empleados se encuentran disfrutando de este tiempo personal; ya que al permanecer conectado, contestando correos electrónicos o atendiendo llamadas, no se cumpliría dicho objetivo.
En consecuencia, no solamente se requiere que existan políticas o reglamentos internos en las empresas que lo regulen; es también necesario que tanto los líderes de las empresas como sus colaboradores, tomen acciones para que los primeros garanticen la posibilidad de contar con ese balance y los últimos exijan y disfruten de los derechos contenidos en esas políticas; logrando así que las mismas no se queden en textos con buenas intenciones, sino que permeen entre los empleados y se conviertan en parte de la cultura laboral de la empresa.
Otro factor vital para que el alcance de dichas políticas sea general y duradero, es que las mismas sean hechas como un traje a la medida para cada empresa, ya que lo que funciona en una puede no aplicar en otra. Para lo anterior, es necesario tener una comunicación asertiva entre líderes y colaboradores, así como realizar un trabajo honesto para identificar y reconocer las necesidades de cada sector; lo que requiere un esfuerzo de los colaboradores para comunicar sus necesidades y apertura por parte de los líderes para escucharlas y llevar a cabo las modificaciones correspondientes, tanto en las políticas como en la práctica, para que estas reflejen la realidad de la empresa y permitan establecer un verdadero equilibrio laboral y una cultura de respeto y colaboración entre sus miembros.
De igual forma, es fundamental que los líderes de las empresas cuenten con habilidades directivas esenciales, como empatía, comunicación asertiva, motivación a los empleados, adaptabilidad y gestión del tiempo, entre otras, que les permitan identificar las virtudes y habilidades específicas de cada colaborador, para ubicarlos en la posición que los motive a desarrollar al máximo su potencial; lo que al mismo tiempo, contribuirá al mayor crecimiento y adecuado funcionamiento de la empresa. Contar con estas habilidades genera confianza a los colaboradores y les permite sentirse cómodos para expresar sus opiniones, sembrando así un sentimiento de pertenencia, que con el tiempo provocará que las políticas internas se conviertan en la identidad de la empresa.
Finalmente, es indispensable estar conscientes de que mantener una cultura en la empresa que respete el balance entre la vida personal y laboral, no es un esfuerzo único, sino que requiere continuidad y trabajo constante; pues que exista en el presente, no garantiza que continuará así en el futuro si no se sigue trabajando en permearla a los nuevos ingresos y futuros lideres. Es así que se requiere contar con la participación de todos los involucrados de forma sostenida, para lograr un cambio de mentalidad y convertir esta cultura en un pilar esencial para el crecimiento y desarrollo, tanto de la empresa como de los colaboradores.
Recuerda que ni todo el éxito profesional que puedas conseguir a lo largo de tu vida, te va a regresar la salud, si mientras lo construías, no trabajaste en ti de la misma forma y no te ocupaste de construir una red de apoyo a la que puedas acudir al terminar tu jornada.
Acerca de las autoras:
Belén Gómez es Asociada en Santamarina + Steta, tiene más de 12 años de experiencia profesional
y su práctica se enfoca en derecho corporativo, bancario y financiero, financiamiento de proyectos e infraestructura, fusiones y adquisiciones, y planeación patrimonial y sucesoria.
Raquel Ortíz es Asociada en Santamarina + Steta, con más de 14 años de experiencia profesional, se enfoca en
asuntos relacionados con seguridad
social y laboral. Brinda asesoría en la
atención de litigios individuales,
visitas e inspecciones realizadas por
autoridades del trabajo dentro de la
República Mexicana. Asimismo,
diseña y ejecuta estrategias para la
modificación de condiciones de
trabajo, procesos de sustitución
patronal y terminación de relaciones
laborales de directores y ejecutivos
de alto nivel. Es experta en la
atención y coordinación de procesos
de terminación de relaciones
laborales derivados de reestructuras
o ventas de partes del negocio.
*Este artículo es publicado bajo la responsabilidad exclusiva de sus autoras y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.