
Al considerar este tema uno de gran relevancia, quisimos aprovechar la oportunidad para contar con la participación tanto de una mujer como de un hombre en la redacción del presente artículo, y así, tener en cuenta las distintas perspectivas y puntos de vista sobre los retos que trae la profesión de la abogacía a cada uno de nosotros. Si bien es cierto que cada uno tiene una trayectoria diferente, y se ha enfrentado a retos y desafíos distintos, hemos hecho una lista de 4 retos que consideramos se presentan de manera general a las y los abogados:
1. Desarrollo personal contra profesional.
Cuando estás comenzando tu carrera profesional, es difícil definir cuáles son tus prioridades, toda vez que, mientras buscas desarrollarte y crecer en tu carrera, existe también el interés por mantener un equilibrio vida/trabajo. Adicionalmente, hay que ser conscientes y planear las metas a mediano y largo plazo para tener un abanico de opciones para aclarar tu camino y así decidir cuáles son los pasos que debes seguir para lograr conseguirlas. Esta definición resulta más sencilla cuando se tiene claro a dónde quieres llegar. Esto puede ser un poco complicado al principio, ya que pudiera parecer que necesitas definir toda tu carrera profesional desde el inicio, pero te ayudará a tener una idea más clara de en dónde estás y qué necesitas hacer para llegar a donde quieres estar.
2. Desarrollo y capacitación del equipo de trabajo.
Consideramos que este punto va a su vez relacionado con el punto anterior, en el entendido de que el crecimiento y desarrollo no es únicamente desde la perspectiva personal. Es fundamental compartir el conocimiento y experiencias adquiridas con los miembros del equipo con los que trabajas, ya sean pares, superiores o personas que te reporten, con la intención de lograr un crecimiento y desarrollo en conjunto. Puede parecer una frase trillada pero, efectivamente, “teamwork makes the dream work”.
Es importante considerar que el crecimiento y desarrollo conllevan responsabilidades adicionales, incluyendo la capacitación de los miembros más nuevos del equipo, ayudándolos con dudas y asuntos que pudieran surgir en el día a día. Esto debería convertirse en un círculo virtuoso en donde intentemos replicar con el equipo todos los consejos y habilidades adquiridas, empujando a que dichos miembros puedan también adquirirlas y, en su momento, cuando les corresponda, hagan lo mismo con su equipo.
Un punto vital dentro de este reto, es mantener siempre una comunicación clara y constante con el líder de tu equipo de trabajo, para conocer las expectativas que se tienen de ti, de tu trabajo, fechas de entrega y, con ello, poder planear las actividades correspondientes para obtener los mejores resultados.
3. Generación de clientes y negocios nuevos.
Esto es algo que normalmente se aprende en la práctica profesional y que nadie te enseña en la carrera. La generación de clientes y negocios nuevos, tanto con clientes internos como con clientes externos, debe ser parte de un proceso virtuoso, en donde se involucren todos los miembros del equipo, ya que cada miembro forma parte esencial de la generación de una nueva oportunidad de negocios. Por ejemplo, una socia o socio de despacho que acude a un evento de networking para generar nuevas relaciones, debe confiar en que su equipo está atendiendo las necesidades de los clientes existentes, permitiéndole dedicar tiempo y atención a estas relevantes actividades de desarrollo de relaciones profesionales, que incluyen normalmente a abogados más senior del equipo. Estos últimos, a su vez, se encargarán de supervisar el trabajo del equipo con los clientes existentes y clientes nuevos, supervisando los detalles, dando respuestas oportunas y puntuales sobre dudas que pudieran existir, generando en los clientes la confianza, tranquilidad y respaldo sobre sus necesidades legales, por el equipo legal que los atiende, brindando mayores oportunidades de trabajo al equipo en cuestión.
Es por esto que consideramos muy relevante para las abogadas y los abogados, en todos los niveles, involucrarse lo más temprano posible, en todo el proceso de generación de clientes, saber cómo identificar sus necesidades y poderles ofrecer soluciones, ya que, solamente con la práctica se pueden desarrollar y mejorar estas habilidades.
Recuerda que cada persona que conoces es un potencial cliente, una potencial referencia o potencial fuente de consulta y ayuda con dudas y/o situaciones que se presentan en el día a día para las y los abogados.
4. Entender, mantener y nutrir la relación con tus clientes.
Al generar nuevas oportunidades de negocios, aprendemos que no se trata únicamente de lograr nuevos negocios, sino de mantener las relaciones con los clientes. Esto implica cumplir con puntos importantes para la retención de clientes, incluyendo siempre prestar un buen servicio, dar seguimiento puntual a sus solicitudes, conocer las necesidades de los clientes y anticipar situaciones que pudieran representar un riesgo u oportunidad para ellos, estableciendo expectativas claras desde el principio para así evitar complicaciones. No olvides que “El cliente que se va por precio, regresa por el nivel del servicio. El cliente que se va por el nivel del servicio, no regresa nunca.”
Sabemos que estos 4 desafíos no serán los únicos a los que te enfrentarás a lo largo de esta multifacética carrera, pero confiamos en que la experiencia es el mejor maestro de todos, aprende de tus errores, comparte los aprendizajes y mantén una comunicación abierta con tu equipo.

Sobre los autores:
Leticia Neve Ramírez Wiella
Asociada del área de práctica de Inmobiliario, infraestructura y hotelería en Sánchez Devanny, cuenta con amplia visión global y experiencia legal atendiendo a grandes empresas transnacionales, se especializa ayudando a las empresas chinas a ingresar al mercado mexicano, familiarizándolos con el mercado y leyes mexicanas.
Alberto Lascurain Grosvenor
Socio industrial del área de práctica de Gobierno corporativo y cumplimiento regulatorio, así como Corporativo y transaccional, cuenta con gran experiencia en materia contractual y transaccional para empresas nacionales e internacionales. Asesorando a clientes sobre diversos temas, tales como reestructuraciones corporativas, fusiones y adquisiciones, transacciones comerciales, bienes raíces y las necesidades del día a día de distintas compañías.