A lo largo del tiempo, la inteligencia artificial ha demostrado que cuenta con un potencial enorme de posibilidades para mejorar el rendimiento y la productividad de las empresas dando resultados a grandes escalas que pueden ser difíciles de lograr para los seres humanos.
De acuerdo con Harvard Business Review, las empresas utilizan la inteligencia artificial solo el 2% para realizar el monitoreo del cumplimiento legal interno y solo el 3% para detectar fraudes como el soborno o actividades ilícitas, así mismo el 44% la utiliza para detectar delitos en seguridad e información tecnológica, 16% en temas de marketing como por ejemplo monitorear los comentarios de las redes sociales para determinar la afinidad general de la marca y el 15% para la automatización de distribución de llamadas en call centers para Servicio al cliente.
Tomando en cuenta estas estadísticas, es importante destacar que la inteligencia artificial en el compliance cuenta con diversos desafíos y riesgos al momento de realizar el análisis, trata de datos personales y privacidad tanto de terceros como de empleados. Además, existe el riesgo de generar resultados segregados, por lo que los algoritmos utilizados en la inteligencia artificial deben ser éticos y presentar resultados claros, comprensibles y transparentes para todos, por lo que será necesario contar con una normativa que enfoque un desarrollo responsable y ético de las nuevas tecnologías.
Con relación a la seguridad es necesario tomar en cuenta diversos factores ya que estos sistemas se basan en algoritmos que procesan grandes cantidades de información sensible y confidencial mismos que pueden ser objeto de manipulación de información obteniendo resultados erróneos o ser blanco de ataques cibernéticos, toda vez que la información con la que se cuenta puede ser tan valiosa que llegue a causar un riesgo inminente a cualquier empresa.
Hacer un mal uso de la inteligencia artificial dentro de los sistemas de compliance puede ocasionar consecuencias reputacionales y legales cuantiosas y muy significativas para la persona responsable de la implementación y supervisión de la IA en el sistema de compliance, así como para la sociedad o empresa que la utilice, por lo que si se revela que se han utilizado mecanismos de manera inadecuada, o que ha llevado a decisiones incorrectas o injustas, el responsable podría afrontar acciones legales y/o sanciones, tales como multas e incluso sanciones penales, en caso de incumplimiento de alguna regulación o cualquier ley, así mismo podría generar un daño reputacional irreparable afectando directamente la confianza en la empresa hacia sus clientes, proveedores y empleados.
La inteligencia artificial en la evolución e implementación del compliance es, sin duda, significativa, por un lado, puede contribuir proporcionando herramientas y técnicas para el monitoreo y la supervisión automatizada de cualquier tipo de actividad empresarial o comercial, es por esto la importancia de crear un sistema de inteligencia artificial que analice grandes volúmenes de datos para detectar posibles incumplimientos normativos o riesgos de manera más eficiente y precisa siempre tomando en cuenta los límites éticos, asegurando que los seres humanos y no la inteligencia artificial sean los responsables de la toma de decisiones en situaciones críticas y sensibles permitiendo una respuesta más rápida y eficiente ante posibles violaciones y promoviendo una fuerte cultura de cumplimiento.
Conclusión:
Ante la implementación de la inteligencia artificial en el compliance es crucial crear leyes y regulaciones que protejan los derechos humanos y eviten la discriminación en su uso. Esto implica establecer principios éticos claros que promuevan la diversidad, la educación y conciencia permitiendo una gestión de riesgos más efectiva y una cultura de cumplimiento sólida en las organizaciones. El éxito en superar estos desafíos va más allá de la mera conformidad con las leyes y regulaciones, se requiere un compromiso real por parte de la sociedad en general.
Referencias:
- https://hbr.org/2017/04/how-companies-are-already-using-ai
- https://www.forbes.com.mx/ia-y-la-prevencion-de-riesgos/
Sobre la autora:
Gabriela Cárdenas es
Compliance Officer en Sánchez-Devanny Eseverri, S.C., líder del Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión e implementación en temas de ESG, se unió a la firma en Abril del 2022, cuenta con la Licenciatura y Maestría en Derecho Corporativo y Negocios Internacionales, se especializa en asegurar el cumplimiento específico de las regulaciones en materia de lavado de activos y financiación del terrorismo (LA/FT) y en materia anticorrupción así como todas las obligaciones legales que se derivan de la operación de SDE a través de la implementación y actualización constante del Programa de Cumplimiento Interno.
*Este artículo es publicado bajo la responsabilidad exclusiva de su autora y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.