El networking es una práctica desarrollada por profesionales (más allá de cuál sea el enfoque que éste tenga) que busca crear y aumentar una red de contactos. El papel de la mujer en el networking ha trascendido el entorno profesional contemporáneo. Las relaciones personales y conexiones son aspectos cruciales en el desarrollo profesional, no solo para los negocios, sino también para nuestro crecimiento profesional. Actualmente, el éxito profesional se logra a través del talento o habilidades, y mediante la construcción de una red de contactos conformada por personas diversas que enriquezcan nuestro camino profesional.
A lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado desafíos únicos en el mundo laboral, incluida la falta de acceso a oportunidades de networking y diversas barreras para acceder a redes de contacto profesionales. Esto se debe a factores como la discriminación de género, la escasa representación en roles de liderazgo y las expectativas de género tradicionales.
Las mujeres no siempre han tenido la posibilidad de participar activamente en el desarrollo de conexiones y relaciones personales en el ámbito profesional, ya que no siempre se les consideraba en las decisiones directivas y de negocios. Esto se debe a que la “manera de hacer negocios” se limitaba a actividades específicas que, erróneamente, se consideraban espacios exclusivos para hombres, como asistir a algún evento deportivo, restaurantes o bares.
Aunque las mujeres han logrado avances significativos en su inclusión en el ámbito profesional, enfrentan diversos obstáculos para desarrollar las conexiones y relaciones necesarias para el desarrollo de negocios y carreras profesionales. Estos incluyen encontrar un equilibrio en la vida familiar y profesional, el síndrome del impostor, la falta de espacios adecuados para el networking y la escasa participación en espacios para fomentar esta actividad.
En los últimos años, ha habido un aumento en el acceso y la participación de las mujeres en el networking, gracias al mayor reconocimiento de su contribución al mundo laboral y a iniciativas que promueven la igualdad de género e impulsan la diversidad e inclusión. El networking se ha convertido en una herramienta fundamental para las mujeres en el ámbito laboral, al brindar oportunidades para establecer conexiones valiosas, acceder a recursos y desarrollar su carrera de manera significativa. Además, funge como un espacio de mentoría y orientación de profesionales más experimentadas, a través de consejos sobre el desarrollo profesional, toma de decisiones y equilibro entre el trabajo y la vida personal.
De conformidad con el estudio “Mujeres en los negocios 2023: Los avances hacia la paridad” realizado por la firma Grant Thornton en el año 2023, actualmente, en México el 38% de puestos de alta dirección lo ocupan mujeres, demostrando con ello sus habilidades y capacidades en el ámbito profesional. La inclusión de diferentes perspectivas y habilidades contribuye a una toma de decisiones sólida y gestión más efectiva de riesgos. Además, la presencia de mujeres en estos puestos es fundamental para promover la diversidad y la igualdad de oportunidades. Su participación no solo enriquece el proceso de toma de decisiones y fomenta la innovación, sino que también inspira a otras mujeres a perseguir sus ambiciones profesionales y desafiar los estereotipos de género.
En efecto, hacer networking en el ámbito laboral es un gran reto para las mujeres, pero también una oportunidad para incluirlas en la toma de decisiones y para su crecimiento profesional. Para ello, es necesario crear espacios adaptados a la rutina y responsabilidades de cada puesto. Al contribuir en la formación de estas redes diversas, las mujeres tienen la posibilidad de promover la representación equitativa en diferentes sectores y contribuir a la creación de entornos laborales más inclusivos y equitativos para todas las personas.
Por ello, es importante crear y promocionar espacios en los que las mujeres puedan hacer networking, así como su participación activa y compromiso para tener entornos más flexibles y políticas que faciliten la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Asimismo, es crucial evolucionar la forma en que se aborda el networking para enriquecer las redes de contacto de las mujeres y contribuir al avance de la igualdad de género y el empoderamiento en el ámbito profesional.
Sobre las autoras:
Paulina Salazar es abogada egresada del Instituto Tecnológico Autónomo de México y miembro del
Grupo de Práctica de Comercio Internacional y Aduanas en el despacho Baker McKenzie Abogados, S.C.
desde junio 2019. Paulina enfoca su práctica en el área de Comercio Exterior, participando en la asesoría
legal en temas regulatorios, protección al consumidor, verificaciones de origen, clasificación arancelaria y
otros programas para la promoción de importaciones y exportaciones. Asimismo, Paulina participa en
diversos asuntos Pro Bono dentro del mismo despacho.
Alondra Vargas es abogada y politóloga egresada del Tecnológico de Monterrey, asociada en el despacho
Baker Mckenzie Abogados, S.C., como miembro del Grupo de Práctica de Comercio Internacional y
Aduanas. Alondra centra su práctica en asesorar empresas mexicanas y extranjeras en asuntos aduaneros
y de comercio internacional incluyendo cumplimiento de obligaciones de comercio exterior, regímenes
aduaneros, implementación de programas de fomento, regulaciones y restricciones no arancelarias, reglas
de origen y auditorías de comercio exterior. Asimismo, ha participado en la organización de congresos de
equidad de género, derechos humanos y asuntos Pro Bono en su práctica profesional.
*Este artículo es publicado bajo la responsabilidad exclusiva de sus autoras y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.