¿Será que la maternidad está peleada con la productividad laboral?, ¿Cómo navegan su día a día las madres trabajadoras?, ¿Cómo se sienten? Desde hace meses me realizo estas preguntas, sobretodo una vez que regresé al mundo laboral después de 6 meses de que naciera mi pequeña y al darme cuenta que mis días ya no me rinden igual.
- Durante estos últimos meses he ido entendiendo la verdadera complejidad de la frase que escuche tanto de pequeña: “Tu puedes ser lo que tú quieras en la vida“. Y efectivamente, tras mucho trabajo, soy, entre muchas otras cosas, abogada, dueña de un estudio de danza, mamá, esposa, ama de casa, compañera, y amiga. Pero también, conforme avanzo en mis etapas de vida, me enfrento con la realidad y la necesidad de reorganizar constantemente mis prioridades, mi tiempo y mi energía. Actualmente, divido la mayoría de mi tiempo, mente y espacio en dos mundos, el de abogada y mamá, y con esto viene el cantar pimpón es un muñeco y minutos después hablar con un cliente de un litigio.
Me considero afortunada ya que el despacho de abogados, en el cual he trabajado por más de 10 años, me permitió dedicarme a mi bebé de tiempo completo por seis meses. Esto constituyen cuatro meses por encima de lo establecido en la Ley Federal del Trabajo, ¡que el periodo de incapacidad por maternidad continúa siendo de menos de 3 meses! El haber pasado por la experiencia de regresar al entorno laboral después de mi incapacidad por maternidad, me ha dado la claridad para valorar que se tiene una lucha legislativa y social grande por pugnar, que los beneficios otorgados por la Ley están por debajo de lo realmente requerido para que se dé el entorno adecuado para que una mujer después de dar a luz pueda reincorporarse con la energía y nivel de concentración que requiere este mundo laboral.
Esto se puede contextualizar pensando en uno de los derechos de las madres trabajadoras, la lactancia. Si la Ley Federal del Trabajo otorga el beneficio, en el que establece: …un período de lactancia de hasta por el término de seis meses… teniendo la opción de disfrutar de dos reposos extraordinarios por día o reducir en una hora su jornada de trabajo... Dicho derecho no motiva ni incentiva la lactancia a las mujeres; si, la mayoría de las madres aprovechan el tiempo para la extracción de la lecha materna, el cual es el propósito de la Ley de otorgar dos periodos extraordinarios, pero la lactancia no solo tiene dicho propósito si no el tener la oportunidad estar en contacto directo con el recién nacido. Incluso las estadísticas demuestran que los beneficios de Ley no son suficientes para crear un entorno favorable que propicie la lactancia. La UNICEF ha publicado que a nivel nacional únicamente 31% de niños menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva y el periodo de mayor reducción en la lactancia materna exclusiva es entre los dos y cuatro meses de vida, periodo en el cual la mayoría de las mujeres se reintegran a sus vidas laborales.
Los efectos de la falta de beneficios de maternidad adecuados se ven reflejados en las estadísticas. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del segundo trimestre de 2022 refiere que las mujeres ocupadas en jornadas de 35 a 48 horas semanales representan 43.9 % del total de mujeres trabajadoras y las ocupadas por más de 48 horas semanales representan el 18.8 %. Esto es un indicador de que la mayoría de las mujeres trabajadoras deciden y/o requieren laborar en una jornada reducida.
Actualmente, yo pertenezco al grupo de mujeres con jornada reducida. Al prepararme a mi regreso laboral, me vi forzada a tomar ciertas decisiones para adaptarme a mi nueva realidad. No fue y continúa no siendo una decisión fácil. Es decir, uno se siente forzada a pausar el crecimiento profesional y económico, pero ¿tiene que ser así?
Creo que es importante revisar continuamente la políticas internas de maternidad, ¿Están realmente diseñadas para apoyar el regreso laboral de una madre? ¿Contemplan el desgaste físico y mental? ¿Apoyan en la realidad la lactancia? Mi experiencia me indica que la respuesta es un simple no. Pues aun cuando estoy dispuesta a dar el 200% de esfuerzo, me siento forzada a escoger entre mi vida profesional y familiar.
Puedo compartirles del poco tiempo que llevo en este proceso al reanudar labores teniendo a mi pequeña es indispensable contar con: i) Tu red de apoyo, ii) Tú organización y logística personal y iii) Lograr la concentración a la actividad que realizas. Por lo pronto, mi hija, con menos de un año, me ha enseñado a iniciar todos los días con una sonrisa. ¡Disfrutar! Aunque sean 5 minutos, para que los siguientes 5 sean mucho más productivos; Porque la maternidad no tiene que relacionarse al fracaso laboral.
Bibliografía
2. Lactancia-Fichas Completo AltaRes (unicef.org)
Sobre la autora:
Marena de la Parra es Asociada del grupo de práctica Laboral de Baker McKenzie en la oficina de Tijuana. Se incorporó a la firma en el 2008 y actualmente su trabajo se enfoca en la revisión y elaboración de contratos individuales de trabajo, reglamentos internos de trabajo y terminación de contratos de relación laboral, así como en los procedimientos de defensa de las empresas frente a reclamaciones laborales individuales.
En el área de inmigración, asesora y prepara documentos y trámites para solicitar internación de extranjeros, renovación de visas, cambio de estatus migratorio y todo lo relacionado con asuntos migratorios para ayudar a las empresas a cumplir con las autoridades de Migración.