Rompiendo el Silencio: La Generación Z y la Salud Mental en la Abogacía

Durante décadas, la abogacía ha sido percibida como una profesión de prestigio, exigencia intelectual y compromiso social; ha estado rodeada de una atmósfera de exigencia constante: largas jornadas laborales, mantenimiento de prestigio y altas expectativas que se han considerado casi inherentes al ejercicio del derecho. Sin embargo, el reconocimiento de que estos factores no solo afectan la productividad sino que deterioran profundamente la salud mental de las y los abogados ha tardado en emerger con claridad. Hoy, gracias al impulso generacional y a una creciente conciencia global, se está abriendo una brecha en ese silencio institucional: la generación Z, que se incorpora con fuerza a los espacios jurídicos, ha traído consigo una postura mucho más abierta, crítica y exigente frente al bienestar emocional en el ejercicio profesional.
El informe “Bienestar Mental en la Profesión Jurídica: Un estudio global” de la International Bar Association (IBA), publicado en 2021, confirma lo que muchos han experimentado en silencio: el 35% de las abogadas y abogados encuestados afirma que su trabajo afecta negativamente su bienestar mental, y casi la mitad evita hablar del tema por miedo al estigma o al impacto en su carrera(1). En otras palabras, el sufrimiento emocional ha sido sistemáticamente invisibilizado, y esa invisibilidad ha sido legitimada por una cultura jurídica que prioriza la resiliencia individual por encima de las condiciones estructurales del trabajo. La salud mental no era una conversación permitida en el mundo jurídico. Hasta ahora.
La generación Z, marcada por un contexto sociocultural digitalizado, interconectado y más abierto a las cuestiones de salud emocional, no acepta como normal el desgaste psicológico estructural. Su aproximación al derecho no solo incorpora preocupaciones sobre justicia social, sino también una fuerte demanda por entornos laborales sostenibles desde el punto de vista psicológico. A diferencia de generaciones anteriores, que aprendieron a sobrevivir en silencio y normalizar el sufrimiento, la nueva generación rechaza la ecuación: éxito = sacrificio emocional permanente. La salud mental ha pasado de ser un tabú individual a una demanda colectiva.
Como jóvenes abogadas y parte de esta nueva generación, reconocemos que la formación y el ejercicio profesional no deben limitarse al desarrollo intelectual: la salud mental y la estabilidad emocional son igual de fundamentales. No somos únicamente generadoras de argumentos jurídicos, sino personas que sienten, aprenden y buscan crecer, integrando nuestra humanidad en cada paso que damos.
Hoy creemos que es momento de transformar las estadísticas de estrés, ansiedad y agotamiento que enfrentamos quienes nos dedicamos a esta profesión. En México, un reporte publicado en 2021 en la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reveló que la prevalencia de trastornos mentales fue del 9.3 %, siendo los trastornos de ansiedad y el trastorno obsesivo‑compulsivo los más frecuentes(2). A su vez, la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE 2021) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mostró que, el 15.4 % de la población adulta mexicana presenta síntomas de depresión, siendo 19.5 % en mujeres, y 19.3 % tiene síntomas de ansiedad severa, con un 31.3 % mostrando síntomas de ansiedad mínima o en algún grado(3).
Estos datos se vuelven aún más relevantes al considerar que la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019) definió el burnout como un “síndrome derivado del estrés crónico en el trabajo que no ha sido gestionado correctamente, caracterizado por agotamiento, distanciamiento mental y reducción de la eficacia profesional”(4). Estas condiciones son altamente relevantes para quienes ejercemos la abogacía, dadas las largas jornadas, la presión competitiva constante y la carga emocional que exige la profesión.
Hablar hoy de salud mental en la abogacía no es una moda ni un gesto de “sensibilidad exagerada” de la “generación de cristal”; es una urgencia colectiva, una cuestión de derechos humanos dentro del derecho, y una condición para que el sistema jurídico siga siendo funcional, diverso y humano. Si hoy esta conversación es posible, es gracias a una generación que, lejos de aceptar el sufrimiento como impuesto del éxito, ha decidido transformar su vulnerabilidad en acción política. El derecho, como práctica social, no puede ser ajeno a este llamado; dejemos de pasar la salud mental a segundo plano.
Invitamos a nuestros colegas, docentes y superiores a reconocer que su bienestar importa: un entorno laboral saludable se construye cuando todas y todos, sin importar el rol que ocupemos, nos reconocemos primero como personas. Porque solo abogadas y abogados mentalmente saludables podrán ofrecer una práctica profesional más ética, responsable y humana, capaz de impactar positivamente a la sociedad y a nosotros mismos.
Para concluir, nos gustaría mencionar a Arianna Huffington, periodista, empresaria, y autora de Thrive (La vida plena), su filosofía, que promueve el bienestar personal como pilar del éxito, se resume en esta idea “no se puede servir a los demás desde un espíritu agotado”(5). Esta idea subraya la urgencia de cuidar nuestra salud mental, recordándonos que, para ejercer nuestra profesión con excelencia, primero debemos cuidar de nosotros mismos.
*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de sus autoras y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.
Referencias:
- International Bar Association (IBA). (2021). Bienestar Mental en la Profesión Jurídica: Un Estudio Global. Recuperado de: https://www.ibanet.org/document?id=IBA-report-Mental-Wellbeing-in-the-Legal-Profession-Spanish
- Romero-Guerrero XR, Cortés-García H, Alcántar-Chávez F, et al. (2021). Prevalencia de los Trastornos Mentales y del Comportamiento en Población Derechohabiente del IMSS, (2021). Revista Médica Instituto Mexicano del Seguro Social. Recuperado de https://revistamedica.imss.gob.mx/index.php/revista_medica/article/view/5811/pdf
- Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2021). Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE 2021): Recuperado de https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enbiare/2021/doc
- Organización Mundial de la Salud (OMS), (28 de mayo de 2019). El síndrome de burnout, un «fenómeno ocupacional»: Clasificación Internacional de Enfermedades. Recuperado de: https://www.who.int/news/item/28-05-2019-burn-out-an-occupational-phenomenon-international-classification-of-diseases
- Huffington, A. (2015). La vida plena: Bienestar, sabiduría, asombro y compasión: los pilares del éxito. Aguilar.