De la duda a la confianza: cómo evitar los “pecados capitales” de las mujeres en liderazgo
Carina Barrera
08 de Octubre, 2025

El libro 7 Deadly Sins of Women in Leadership de Kate Coleman aborda los principales obstáculos complejos y multifacéticos que enfrentamos las mujeres para acceder a posiciones de liderazgo, los cuales, a menudo, se ven amplificados por estructuras de poder que favorecen a los hombres.  


Coleman clasifica dichos obstáculos en 7 “pecados mortales”: 

  1. Autopercepción limitada (síndrome del impostor): la autoexigencia y la minimización de los logros generan inseguridad y frenan la ambición.
  2. Incapacidad de poner límites: se piensa que darlo todo valida el valor profesional, lo que impide establecer fronteras sanas.
  3. Ritmo de trabajo destructivo: la presión por ser “perfecta” deriva en rutinas insostenibles que afectan el bienestar.
  4. Resistencia al cambio de mentalidad: persisten estereotipos de liderazgo “masculino” que dificultan nuevas formas de liderar.
  5. Deseo de agradar: se sacrifica autenticidad con tal de complacer.
  6. Coludirse en lugar de enfrentar: evitar conflictos por miedo, lo que perpetúa dinámicas dañinas.
  7. Descuidarse a sí misma: relegar el autocuidado.

Estos "pecados mortales" son reflejo de barreras culturales y personales que muchas mujeres enfrentan todos los días en su lucha por alcanzar y mantenerse en posiciones de liderazgo. 


De la subestimación a la confianza

Coleman resalta como un gran reto la autopercepción limitada, que nos hace dudar de nuestras capacidades para aspirar a posiciones de liderazgo y retrasan nuestros pasos hacia ellas. 


En lo personal, considero que este reto lo he enfrentado a lo largo de mi carrera, por lo cual he necesitado desarrollar herramientas para poder superarlo y trabajar en la autoconfianza. 


Una de estas herramientas es el journaling, que consiste en escribir el gran reto que enfrentamos y con el paso de los meses revisar cómo ha cambiado nuestra percepción de la situación, lo que permite restar importancia al problema en cuestión, e incluso visualizarlo como una oportunidad para el crecimiento.


Otra práctica clave es visualizar el panorama como si ya se hubiera superado el reto o problema, a pesar de que aún esté en proceso de resolución. Abordar los problemas con esa mentalidad cambia fundamentalmente la forma en la que actuamos, permitiendo enfrentar con seguridad diversas situaciones, enfocándonos en obtener los resultados deseados, cada adversidad superada permite aumentar la confianza en una misma, lo cual hace que sea más fácil cada vez superar cualquier reto o problema.


El valor de las pausas y el equilibro

Otro de los “pecados” que describe Coleman es el ritmo de trabajo autodestructivo. Particularmente en entornos jurídicos y corporativos de alta exigencia, ¿cómo evitar caer en esa dinámica?


Considero que el éxito no está en hacer más, sino saber cuándo pausar. Las pausas no hacen a una mujer menos productiva, al contrario, permiten tener mayor claridad, creatividad y energía para afrontar el día a día. Es importante entender que la perfección es una ilusión, muchas veces autoimpuesta, por lo cual es necesario soltar esa idea y darse el tiempo para descansar.


Pausar es un acto estratégico, ya sea comer sin prisa, dormir bien y tomar vacaciones, las acciones simples recuerdan que el autocuidado no es un lujo, sino un hábito y requisito para sostener una carrera de largo plazo.


Voz estratégica

Coleman expone como un pecado el hecho de coludirse para evitar conflictos, por miedo a enfrentar los problemas. Para las mujeres se vuelve un reto expresar ideas de manera efectiva, sobre todo en equipos mayoritariamente masculinos.  


El estilo que he desarrollado a lo largo de mi carrera es escuchar antes de reaccionar. A veces, en un entorno donde parece imponerse el “más agresivo”, podría parecer una desventaja, pero, en mi experiencia, creo que no se trata de impresionar o ganar una discusión por agresividad, sino de ser estratégica. 


Muchas veces quien es demasiado reactivo se desgasta y pierde fuerza en su propio argumento. Escuchar y procesar me permite responder con asertividad y encontrar la mejor estrategia para realmente avanzar en el tema, es clave enfocarse en lo que está en juego, el escuchar abre la puerta a soluciones más efectivas.


Colaborar para crecer

Otro de los retos que señala Coleman en su libro es la “Individualidad”, esa tendencia a evitar pedir ayuda o trabajar en equipo. Para enfrentar este desafío es importante construir redes de apoyo sólidas en un entorno donde la independencia suele ser tan valorada. Al inicio pensaba que esta profesión era como Los Juegos del Hambre, una competencia constante. Pero algunos socios me enseñaron que la verdadera magia está en colaborar. Puede que en un proyecto no te quedes con el 100% de la ganancia, pero al hacerlo en conjunto abres puertas a nuevas oportunidades. Al final, 50% compartido de varios proyectos vale mucho más que un 100% aislado. 


Sin duda, la madurez profesional también se mide en la capacidad de colaborar, en mi caso, mi desempeño ya no se evalúa solo por resultados individuales, sino por el impacto colectivo.


También es importante transmitir esta visión en nuestro entorno profesional.

Hay personas que, de inicio, no ven el valor de colaborar. Pero siempre llega un punto en el que nadie puede solo. Puede haber resistencia, pero el trabajo en equipo inevitablemente genera mejores resultados. Cuando otros lo experimentan, terminan adoptándolo, en equipo alcanzamos metas más altas que las que podríamos lograr de manera individual.


Consejos finales

Inspirada en la experiencia y también en los “pecados” que señala Coleman, comparto algunos aprendizajes clave:

  • No esperes a que te ofrezcan las cosas. No necesitas cumplir todos los requisitos para estar lista. Pide el espacio y confía en que podrás llenarlo.
  • Suelta el perfeccionismo. No todo tiene que estar bajo control; atrévete a actuar, aunque no tengas todas las respuestas.
  • Sal de tu zona de confort. Los mayores aprendizajes y oportunidades nacen en los retos que nos incomodan y nos obligan a crecer.
  • No te conviertas en tu propio obstáculo. La batalla más difícil suele estar en nuestra mente; fortalecer la autoconfianza es esencial para avanzar.


Los “pecados” de liderazgo que menciona Coleman no son cargas inherentes a la mujer, sino recordatorios de las trampas en las que muchas caemos en entornos competitivos. 


Liderar no significa hacerlo todo sola ni ser perfecta. Se trata de avanzar con valentía y seguridad, confiar en ti misma, apoyarte en otros y apostar siempre por ti. 


*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de su autora y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.

Carina Barrera

Carina Barrera es es Socia de la práctica legal corporativa en EY México. Disfruta hacer ejercicio, meditar y pasar tiempo con su familia. Cuenta con más de 22 años de experiencia en áreas y servicios relacionados con derecho civil y mercantil, propiedad intelectual, due diligence, fusiones, adquisiciones y reestructuras corporativas, joint ventures, inversión extranjera, inmobiliario, legal operations y protección de datos personales e información sensible. Ha trabajado en proyectos con clientes de la industria automotriz, textil, farmacéutica, financiera, manufacturera y de comercialización, servicios, de apoyo a petroquímica, química, software y tecnología, telecomunicaciones y construcción. Se graduó con honores de la Licenciatura en Derecho con especialización en Derecho Internacional de la Universidad de las Américas-Puebla (UDLAP). Tiene un Diplomado en Impuestos, ITAM, y un Diplomado de Impuestos Internacionales, ITAM – Duke. Carina se ha enfocado por muchos años en brindar a sus clientes asesoría legal en diferentes materias, incluyendo la de cumplimiento, así como a apoyar a las áreas legales en sus iniciativas de transformación, comprometida con esa visión de innovación en el derecho (new law).

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