Un desfile de corbatas: ¿dónde están las mujeres en el litigio?
Anel Montiel, Ana Karen Nava y Renata Arellano
16 de Junio, 2025

En los despachos más reconocidos del país, los puestos de liderazgo siguen siendo ocupados, en su abrumadora mayoría, por hombres. Basta con ver las fotografías de cualquier premiación del gremio: un desfile casi exclusivo de corbatas.


Aunque las mujeres hemos ganado terreno en áreas como el derecho corporativo o arbitral, en el litigio civil y mercantil, la historia es distinta. Durante la carrera, muchas mujeres lo eligen con pasión, lo ejercen con entrega, pero con el tiempo su presencia disminuye. Poco a poco dejamos de verlas en audiencias y escuchamos que han migrado hacia otras áreas o incluso, abandonado el ejercicio de la profesión. 


¿Por qué el litigio civil y mercantil no parece sostenible para la mayoría de las mujeres? ¿Qué lo vuelve poco atractivo con el tiempo? ¿Conoces a alguna mujer socia o titular en grandes despachos?


Lo verdaderamente alarmante no es la falta de mujeres en el gremio, sino lo invisible que se vuelve su presencia al escalar. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), casi la mitad de quienes ejercen la profesión —el 47.2%(1)— son mujeres. Es decir, más de 600 mil abogadas formadas de las cuales, menos del 0.0016% han alcanzado la sociedad en grandes despachos.


Las razones de esta “fuga silenciosa” son diversas. Para comprenderlas, hablamos con aquellas pocas mujeres que han logrado crecer, mantenerse y llegar a la cima. Les preguntamos: ¿qué desafíos enfrentaron?(2). Sus respuestas duelen, aunque no sorprenden:

  • Los horarios extensos y la carga laboral del litigio resultan poco compatibles con una vida familiar equilibrada.


  • La obtención de clientes resulta especialmente difícil para las mujeres por falta de herramientas y redes de contacto. Esta dificultad se agrava porque los puestos directivos en otras industrias siguen siendo ocupados por hombres, quienes prefieren contratar asesoría legal de sus conocidos masculinos, perpetuando un círculo cerrado


  • .Persiste la idea de que apostar por el liderazgo femenino es una mala inversión: "algún día querrá tener hijos", "tendrá responsabilidades de cuidado" o, "no podrá con la carga". 


  • Las dinámicas de networking siguen girando en torno a códigos estereotípicamente masculinos: cantinas, fútbol, golf. Espacios donde se cierran negocios, se tejen redes de contacto y se reparten oportunidades, pero en los que las mujeres generalmente no son bienvenidas.


  • La ausencia de planes de carrera claros y estructurados en los despachos dificulta aún más el ascenso de las mujeres.


Los testimonios recabados compartieron factores clave que marcaron la diferencia entre quedarse en el camino o llegar a la cima: asumieron los retos con determinación, desarrollaron planes de carrera, se capacitaron constantemente, buscaron activamente mentores, participaron —e incluso fundaron— redes profesionales para contribuir a la obtención de clientes y resaltaron la importancia de contar con sistemas de apoyo, tanto en lo personal como en lo profesional. 


Entonces, la gran pregunta es inevitable, ¿esa oportunidad está al alcance de todas? Hoy la respuesta es clara: todavía no, pero sí podemos acercarnos a un escenario más justo y equitativo.

El consejo de quienes sí lo han logrado es claro; prepararse, confiar en una misma y estar lista para cuando llegue la oportunidad. Y si no llega, crearla.


A partir de nuestra investigación, consideramos esencial crear comunidades exclusivamente integradas por abogadas litigantes en materia civil y mercantil, donde se intercambien experiencias, conocimientos y redes de contacto, con el fin de impulsar su desarrollo profesional en el área.


Adicionalmente, proponemos acciones cuya implementación en los despachos transformará el litigio civil y mercantil para que más abogadas conquisten puestos de liderazgo:

  • Diseñar e implementar planes de carrera definidos, que contemplen el crecimiento profesional con perspectiva de género.
  • Fomentar redes de mentoría donde líderes con experiencia guíen a nuevas generaciones, abriendo camino desde la sororidad.
  • Ofrecer recursos psicológicos y de bienestar emocional.
  • Diseñar políticas de maternidad y crianza que no penalicen la carrera de las abogadas.
  • Implementar cuotas de género, no como concesión simbólica, sino como herramienta correctiva frente a un desequilibrio histórico.

Si bien ninguna se siente cómoda con ascender “sólo por cuota”, las líderes con las que platicamos reconocen que es una medida necesaria, al menos por ahora. No se trata de bajar la vara, sino de abrir la puerta para descubrir lo que una mujer en el poder puede aportar, sin necesidad de imitar modelos masculinos.


La litigante no necesita disfrazarse de “hombre tiburón” para encajar. Desde su feminidad, aporta cualidades, fortalezas y perspectivas únicas a sus equipos de trabajo: empatía, visión plural, pensamiento estratégico y liderazgo colaborativo.


Ese dinamismo y diversidad de pensamiento, es justo lo que deben buscar los despachos para ofrecer un servicio integral a sus clientes y afrontar con éxito los nuevos retos del sector.


Porque sí, todavía falta mucho camino por recorrer, pero hay mujeres que ya están abriendo brecha, donde antes solo había ausencias. Sus liderazgos resisten, incomodan e inspiran. Nos obligan a reflexionar, pero sobre todo, a actuar.


¡Caminemos juntas!


*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de su autora y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.


Referencias:

(1) https://comparacarreras.imco.org.mx/derecho 

(2) Para la elaboración de este artículo fueron entrevistadas cinco abogadas que cumplían con las siguientes características: Socias y/o titulares de despachos especializados en el área de litigio civil y mercantil y diez abogadas con perfiles variados. 

Anel Montiel

Anel Samanta Montiel es Asociada en Mañón Quintana Rosales y Jandette, con más de diez años de experiencia en litigio civil y mercantil en el ámbito de los seguros, representando tanto a compañías aseguradoras como a asegurados en controversias complejas derivadas de contratos de seguro. Es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con un Diplomado en Seguros y Finanzas por la Escuela Libre de Derecho.

Ana Karen Nava

Ana Karen Nava es Asociada Senior en Mañón Quintana Rosales y Jandette, con más de diez años de experiencia en litigio civil y mercantil representando a empresas nacionales y trasnacionales en controversias contractuales y extracontractuales. Es egresada de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, con una Especialización en Instituciones Administrativas de Finanzas Públicas y una Maestría en Propiedad Industrial, Intelectual, Competencia y Nuevas Tecnologías.

Renata Arellano

Renata Arellano es Asociada Senior en Mañón Quintana Rosales y Jandette, con más de diez años de experiencia en la asesoría a empresas mexicanas y extranjeras en la prevención, resolución y seguimiento de litigios civiles y mercantiles y arbitrajes comerciales ante tribunales locales y federales y principales instituciones de arbitraje comercial. Egresada de la Universidad Iberoamericana con un LLM en International Dispute Resolution por Queen Mary University of London.

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