Por: Edna Barba y Lara.
Emocionada y agradecida con Abogadas MX por la oportunidad de participar en el Programa de Mentoría 2019. Había sido distinguida con la invitación antes, pero por algunas circunstancias no pude embarcarme en la aventura.
Por fortuna, el año pasado todo se alineó para que mi repuesta instantánea fuera “sí”; acepté gustosa el reto y entonces vinieron a mi mente muchas incógnitas por despejar… entre ellas, una muy simple ¿Nos caeríamos bien? y otras de mayor profundidad como ¿Cuál sería la mejor forma de apoyar a mi Mentee en su crecimiento personal y profesional? o ¿Qué tendría que hacer para alcanzar tal propósito?
Fue muy grato cuando tuve conocimiento de que sería Mentora de un hombre. Saber que el Programa está diseñado con ese enfoque resultó un incentivo adicional, ya que siempre he sostenido que la equidad de género sólo puede ser una realidad sí todas las personas, sin importar su condición, están involucradas en cualquier acción que se emprenda.
Así, con esta lluvia de ideas en mi cabeza, me encontré por primera vez con mi Mentee. Debo decir que desde el primer momento tuvo una excelente actitud. Charlamos con fluidez como si nos conociéramos desde antes acerca de quiénes somos, su experiencia académica, laboral y personal, la mía, y desde luego el tema central, sus inquietudes y propósitos de desarrollo. También hablamos de un aspecto muy relevante para mí… cómo estaba entendiendo él este programa, es decir, cuáles eran sus expectativas del ejercicio.
Ya con todos los antecedentes trazamos nuestra hoja de ruta en la que establecimos actividades concretas a partir de sus metas profesionales y académicas. Tuve la sorpresa de que entre sus objetivos se encontraba ser profesor y eso lo consideré un regalo especial para mí, pues soy una apasionada de la docencia, así que fue la mejor excusa para compartirle cómo creo que debe ser el proceso de enseñanza-aprendizaje en general y porqué; de igual manera, mi visión de la enseñanza del Derecho en pleno siglo XXI. Conforme íbamos avanzando en el Programa le sugerí libros, artículos e incluso películas en las que se aborda este tema a fondo y tuvimos una excelente retroalimentación al respecto.
Otras de las metas que nos planteamos fueron: que concluyera con sus trámites para graduarse de una Maestría; la indagación de los programas de posgrado en derecho para hacer una Especialidad; definir una estrategia para que lograra su ascenso como Abogado Senior en el Despacho en el que labora actualmente; y la identificación de actores vinculados con los materias que litiga. Puedo decir con orgullo que gracias a la buena disposición de ambos, cumplimos a cabalidad con estos objetivos.
En las reuniones de cada mes, además de revisar los avances y redefinir el rumbo si era necesario, empezamos a conversar de nuestras respectivas interpretaciones sobre temas jurídicos y políticos de actualidad o de los enormes retos que tiene el derecho para seguir siendo un mecanismo eficiente y benéfico para la sociedad, por significar sólo algunos.
Menciono las principales actitudes y herramientas que intenté transmitir al joven abogado para impulsar su crecimiento profesional y por supuesto personal: la voluntad, la constancia, la planeación, el orden y la honestidad. El respeto a la dignidad de cualquier persona ante cualquier circunstancia. La convicción, el enfoque y la responsabilidad de lo que se hace día a día.
Asimismo, la importancia que tiene en esta era del conocimiento permanecer actualizado, contar con información fidedigna y hacer investigación, contrastar ideas, leer mucho, evitar prejuicios y trabajar con pasión para lograr lo que uno quiere. Elevar el nivel de reflexión y estar abierto siempre para ampliar su horizonte.
Cuando me percaté de que el Programa de Mentoría había concluido -pues creo que ambos estábamos tan cómodos que no habíamos tomado conciencia de ello-, sentí satisfacción y nostalgia por igual. Tengo la certeza de que fue un ejercicio en el que los dos crecimos y por si fuera poco, nos hicimos buenos amigos.
No puedo dejar de mencionar que mi Mentee me hizo recordarme a mí en el inicio de mi vida profesional. Su corta edad, sus ganas de crecer, emprender proyectos, aventurarse en arar nuevos caminos… Sentí añoranza, me vi hace apenas algunos ayeres despegando en un vuelo incierto en muchos aspectos pero siempre con un espíritu inquebrantable. Pensé en más de una ocasión, que me hubiera gustado tener una oportunidad semejante.
Las expectativas que tuve al asumir el compromiso fueron cumplidas y superadas en todos los aspectos. Cuando iniciamos el Programa estaba en mi ánimo guiarlo y compartir con él todo lo que le fuera útil de lo hasta ahora conocido por mí, sin embargo, durante el proceso fui yo quien aprendió mucho del aprendiz, de su esquema de pensamiento, su forma de resolver problemas y su visón del mundo. Incluso varias veces me hizo reflexionar sobre cuestiones que yo ya daba por sentadas. Fue un aprendizaje de ida y vuelta.
En suma, mi experiencia como Mentora podría resumirse así: La intención genuina de ayudar a alguien más y sentir que tú eres quien se va con las manos llenas no tiene precio.
Sólo tengo palabras de gratitud para Abogadas MX. Su inspiradora idea, la excelente organización y el acompañamiento durante todo el Programa fueron un gran apoyo.
Sobre la autora:

EDNA BARBA Y LARA
Edna Barba y Lara es Abogada. Realizó sus estudios de Licenciatura, Maestría y Doctorado en la Facultad de Derecho de la UNAM.
Cuenta con 25 años de experiencia en el servicio público.
Se desempeñó en diversos cargos en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Fue titular de los Jurídicos de la Secretaría de Seguridad Pública, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ISSSTE, y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, CONDUSEF. Fue también Directora General de Planeación y Análisis en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH. Ha armonizado el ejercicio profesional de la abogacía con la docencia. En la actualidad es Directora de Impacto Regulatorio en Grupo Salinas e imparte cátedra en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Afiliada entusiasta en Abogadas MX.